Esta celebración está relacionada con la evolución de la infancia en los niños japoneses y estas son las 6 cosas que debes saber del Shichi-Go-San, que literalmente significa, siete, cinco, tres.
1.- Durante el Shichi- Go- San se celebra las etapas de crecimiento de los niños y evidentemente, lo celebran aquellos niños de siete, cinco y tres años quienes acuden a los templos sintoístas con sus padres y abuelos para agradecer por su buena salud y pedir por su perdurabilidad y seguridad. Además es muy especial porque es la primera vez que los niños se ponen ropa tradicional japonesa.
2.- Los padres deben abonar dinero, aunque sea una propina, al monje sintoísta que enuncia la oración por sus hijos y el coste varía en función del templo que sea y de la región.
3.- Cada vez son más los después de la visita al templo celebran un banquete con actividades para niños, pero esto es algo nuevo y que no forma parte del origen de esta celebración. Lo que sucede es que los grandes restaurantes y hoteles han visto aquí una muy buena oportunidad de mercado y preparan paquetes para que las familias puedan disfrutar de actividades y comida con sus hijos durante ese día tan especial.
4.-. El día escogido para esta celebración es el 15 de noviembre porque según al antiguo calendario lunar japonés es el día más propicio de todo el año.
4- Su origen se remonta a la época Heian, cuando solo lo celebraban las familias nobles y más tarde las de samuráis. Fue en la en la era Meiji cuando se consolidó tal y como se celebra hoy.
5.- Es tan importante porque a partir de este momento, a los niños de tres años se les deja crecer el pelo, a los de cinco años se les pone por primera vez la Hakama (una especie de pantalones largos con pliegues que llevaban los antiguos nobles y samuráis) y las niñas de siete pasan de cerrar sus kimonos con dos simple cordones a hacerlo con un auténtico obi.
6.- Comen el Chitoseame, una especie de palote, un caramelo que los niños comen para celebrar este día y que es especialmente dulce. Chitoseame significa «caramelo de los mil años» y está envuelto en una bolsa, el tsurukame, decorada con una grulla y una tortuga, símbolos de salud, protección y longevidad.