Hoy quiero acercaos un poco más a Japón a través de una novela de Yukio Mishima, escritor japonés que destaca por su tono humano y acogedor. Para ello, hemos optado por El rumor del oleaje, novela de amor que se desarrolla en Utjima, una pequeña isla del archipiélago japonés con apenas 1000 habitantes. No podemos decir que se caracterice por tener un gran número de personajes pero sí con los suficientes como para hacerla una intensa historia de amor. El ambiente pueblerino de la pequeña aldea, el de boca en boca y los rumores de los que todos, tarde o temprano podemos ser víctimas hacen que nos sintamos identificados con la novela.
El aspecto geográfico es uno de los elementos clave, tanto por todo lo que en ellos sucede, como por el simbolismo que se les otorga. La unidad familiar, el honor y los cargos morales son los puntos sobre los que se sustenta esta historia que bien define la actitud nipona.
De ella se desprende ese toque único de saber estar, de paciencia, de fortaleza y rectitud. Uno de los elementos que cohesiona la trama es la pesca y no como la concebimos nosotros a nivel industrial ni como deporte, sino la pesca tradicional y con buceo.
En Japón son las mujeres las que especializadas en este área mientras que los hombres son los que se encargan de la pesca en barco, hechos muy importantes a lo largo de la novela. Además, gracias a esto podemos ver cómo trabajan organizadas apoyándose unas a otras; el sentido del grupo, de la colectividad y de que la única competencia que ha de tener una persona es consigo misma.
A lo largo del hilo argumental presenciamos tradiciones, como el hecho de ir al santuario de Yashiro, el honor y el respecto por la familia, la jerarquía de permanecer cada uno en el lugar que corresponde o temas tan sorprendentes como el suicidio.
Las vidas de Shinji y Hatsue se cruzan dando fruto al primer amor, lleno de inocencia e ilusión hasta que un momento de infortunio lo cambia todo, llevándoles a tomar decisiones que afectan no solo a ellos mismos, sino a la aldea en general. Esta historia nos hace reflexionar sobre la importancia del lenguaje, la benevolencia y la intención que hay tras cada palabra. Pues. como una vez escuche, no existe aquello que no se pronuncia.
Es una novela de la que se desprende el olor a mar y la arena en los pies, cercana e íntima.